jueves, 27 de agosto de 2009

CINCO METROS DE CAPA


En una estampa más cercana a una película sobre los Borgia, el cardenal Cañizares apareció hace dos años vestido con una capa roja de cinco metros de longitud que tenía que acarrear unos afanosos monaguillos. El actual ministro vaticano iba a oficiar una ceremonia en una capilla del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote, una congregación surgida tras el Concilio Vaticano II como oposición a la modernización de la Iglesia Católica.

“El mal” de Juan XXIII
Este instituto fue fundado por el cardenal Siri, gran derrotado en la sucesión a Juan XXIII y como oposición al Concilio Vaticano II, inspirado por ese mismo Papa y que permitió las misas en idiomas distintos al latín. Siri tiene frases como esta: “Harán falta más de veinticinco años para restaurar el mal que ha hecho a la Iglesia Juan XXIII”.

Las misas, en latín
Gestos como aquel dejaron en evidencia hacia donde van las ideas de Cañizares en lo que a materia ritual y dogmática se refiere. Por ello, no parece casual que Ratzinger le eligiera para capitanear al ministerio encargado de decidir cómo se deben oficiar las misas. Más aún en un tiempo en que estos aspectos están causando gran controversia.

Los lefebvrianos
Y es que, desde la llegada de Ratzinger al papado, la Iglesia parece caminar hacia atrás más rápido que nunca. Benedicto XVI amparó la reentrada de los lefebvrianos en la Iglesia Católica, de la que fueron apartados por sus posturas ultraconservadoras y preconciliares. Este grupo también practica las misas tridentinas que ahora vuelven a ponerse de moda y de nada sirvió la polémica de que uno de sus obispos negara el Holocausto judío. Cañizares lleva nueve meses escasos al frente de la Congregación y Ratzinger fue elegido hace más de cuatro años. Todavía les queda para llegar a los veinticinco años de contrareforma para arreglar “el mal” del Concilio Vaticano II.

Yo cada día alucino más,y eso que intento no impresionarme con nada, pero lo de esta gente es la "hostia".
Yo creo que más que volver al S XVI, quieren volver al Siglo III.
Vamos por partes: ¿Qué es eso de las misas en Latín?. Jesús no hablaba latin, hablaba arameo y judio; pues entonces que digas las misas en arameo, que nos íbamos a reir un rato.
Esta gente sigue empeñada en sumir a la iglesia en el más absoluto oscurantismo; que nadie se entere de nada que yo te como el coco y así te tengo dominado, que poco a poco iremos metiendo ultravonservadores en los partidos de derecha y asi algún días ganan las elecciones en lugar de los tribunales de justicia, tendremos los tribunales de la Inquisición, y ¡hala, a quemar a unos cuantos!
Que sigan así, que van a llenar las iglesias.