jueves, 12 de noviembre de 2009

LA IGLESIA QUIERE INSTAURAR DE NUEVO LA INQUISICIÓN


Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid y secretario de la Conferencia Episcopal Española, ha vuelto a intervenir en la esfera pública con amenazas dirigidas a los creyentes y a los diputados que apoyen la reforma de la ley del aborto. En su opinión, los fieles no pueden apoyar el proyecto de ley ni darle su voto pues si lo hacen “están objetivamente en pecado público y no pueden ser admitidos en la sagrada comunión”. Eso sí, el portavoz de los obispos ha explicado que ello no supone la excomunión, que “está prevista en el Código de Derecho Canónico para quienes son cooperadores directos de un aborto realizado”. En este grupo se engloban las mujeres que se someten a la intervención, el personal sanitario e, incluso, la pareja que secunde la medida. Y ha ido todavía más allá con esto de la excomunión: "Cualquier católico que mantenga la afirmación de que es legítimo quitar la vida a un ser humano incurrirá en herejía, y por tanto, estará excomulgado.
Este personaje del tres al cuarto tiene la desfachatez de amenazar a los creyentes y no creyentes con la excomunión, el infierno, y aunque no lo haya dicho, con la hoguera, como si estuviéramos en la Edad Media.
Siguen con la política del miedo y de la amenaza, pero aún no le he oído condenar a sus curas pederastas, (llamados por ellos efebófilos).
La hipocresía de la iglesia no tiene fin. Como sigan así se van a quedar sin fieles.
Conozco creyentes que están a favor de la Ley de regulación del aborto. Cómo van a distinguirlos cuando vayan a misa,¿ los van a marcar?. Estos tipejos, que no creen ni en su Dios ni en nada, sólo quieren poder y dinero. Ellos son los verdaderos herejes.

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